La animación y la danza
La plasticidad de la danza está fuera de toda duda. Tal es así, que para los artistas de otras disciplinas es casi imposible escapar de su atracción… Pintores, directores de cine, escultores… Un gran número de consagrados creadores se ha acercado a la danza intentando atrapar su esencia, impregnarse de su innegable belleza. Hoy nos detendremos en los animadores. Desde los primeros cortos, realizados artesanalmente fotograma a fotograma, hasta las películas más modernas, rodadas con la ayuda de las tecnologías más actuales, los dibujos animados han mostrado un infinito amor al ballet.
Ryan Woodward, animador y director, tiene un apabullante currículum. Ha trabajado en producciones como Spiderman 2 y 3, Los Vengadores, El Gigante de Hierro… Sin embargo, esta pequeña pieza algo más de 3 minutos ha conseguido más de 6 millones de visitas entre Vimeo y Youtube…
Demos ahora un salto de, digamos, 74 años. Estamos en 1940 y Walt Disney estrena su tercer largometraje animado. Después de Blancanieves y Los Siete Enanitos y Pinocho, Disney arriesga con Fantasía, una película sin argumento que enlaza piezas musicales de Bach, Igor Stravinski, Beethoven… La cinta no cosechó el éxito de sus anteriores producciones. Sin embargo, hoy se considera a este “experimento” como un clásico de todos los tiempos.
De la misma factoría Disney, pero unos cuantos años más tarde, sale Glen Keane. Keane dibujó a Tarzán y supervisó las animaciones de Aladdín, La Bella y La Bestia y Pocahontas, entre otras. En 2012, Glen Keane dejó Disney y presentó su primer trabajo en solitario hace apenas unos días. Duet, una bellísima historia sobre la vida en clave de baile, pretende dar un paso tecnológico y pronto tendrá una versión interactiva para dispositivos móviles.
Y, bueno, vale, lo que sigue no es “estrictamente” animación, pero… ¿no fueron las marionetas los primeros dibujos animados para niños?… Y, ¿solo eran para niños?… La presencia de Rudolph Nureyev en El Show de Los Teleñecos (Los Muppets) supuso el definitivo lanzamiento internacional de este inolvidable programa y lo convirtió en un perfecto espectáculo para todas las edades. Pero es que además… ¡es divertidísimo!.
Es el poder integrador del ballet, de la danza, del baile… Aúna disciplinas artísticas, inspiraciones y generaciones separadas por decenios. Es una fuente inagotable y en Studio de Danza Coppelia nos enorgullecemos de aportar nuestro pequeño granito en en esta eterna corriente de expresión.