Bailar con la fama. Los famosos toman clases de ballet.
No es un secreto. En su permanente búsqueda de la excelencia profesional, muchos famosos que hacen de su cuerpo su herramienta de trabajo han acudido a la formación en danza clásica para obtener de ella los innegables beneficios que aporta: disciplina, propiocepción, concentración, mejora del aspecto físico, elasticidad, equilibrio, tonificación muscular… Actores y actrices, modelos o deportistas encuentran en el ballet un fabuloso recurso para mejorar en el ejercicio de sus profesiones, mejorando sus aptitudes y competencias tanto en sus trabajos como en sus vidas.
Aunque pueda parecerlo, no se trata de una moda. La danza clásica forma parte del curriculum de actores y actrices míticos, muchos de los cuales venían ya de una formación en ballet. Otros, en cambio, recurrieron al baile para perfeccionar sus carreras una vez empezadas.
Puede que el ejemplo de Audrey Hepburn sea el más conocido. Considerada una de las actrices más elegantes de la historia del cine, estudió ballet en los años 40 en Amsterdam y Londres y trabajó como corista en musicales antes de despuntar como la gran estrella que llegó a ser.
Antes de Audrey Hepburn, Cyd Charisse, nacida en 1922 y que formó parte del elenco de los más conocidos musicales de Hollywood, inició su formación como bailarina e incluso ingresó en el Ballet Ruso de Sergei Diaghilev. Aquí la vemos junto a Gene Kelly en ‘Cantando bajo la lluvia’.
James Dean recibiendo clases de ballet
Actores y actrices actuales continúan la tradición de sus antecesores. Charlize Theron, también modelo, se veía a sí misma de joven como bailarina. Comenzó su formación en ballet clásico en Johannesburgo, y continuó tomando clases ya siendo modelo profesional en la Joffrey Ballet School, de Nueva York.
Hasta el mismísimo Batman ha aprendido ballet. Se dice que Christian Bale, que encarnó al hombre murciélago en la trilogía de ‘El caballero oscuro’, llegó a tener una oferta para integrarse en la Royal Ballet School de Londres. Su formación como bailarín le valió de mucho para interpretar las escenas de una de sus primeras películas, ‘Newsies’.
Antes de ser Terminator, Arnold Schwarzenneger también se rindió al ballet. Por entonces aún competía en culturismo, y la danza le ayudó a tener una mejor concepción de movimiento, tiempo y espacio.
La lista de ejemplos es casi inacabable. Amy Adams (‘Encantada’, ‘La gran estafa’, ‘Atrápame si puedes’, ‘El hombre de acero’), ganadora de dos Globos de Oro y nominada al Óscar en 5 ocasiones, quería ser bailarina de pequeña y tomó clases durante años. Esta sesión de fotos para Vogue, en la que participa con el director Tim Burton, pone su sueño en imágenes.
Zoe Saldana (‘Avatar’, ‘Star Trek’, ‘Guardianes de la Galaxia’) consiguió su primer papel en la gran pantalla (‘Center Stage’, 2000) gracias a su formación en danza iniciada en República Dominicana.
Y aún continúan persiguiendo sueños. Naomi Campbell comenzó a estudiar ballet a los tres años y a los diez fue aceptada en la Academia Italia Conti de Londres. Con quince años interrumpió su carrera de bailarina para convertirse en una de las modelos más famosas de todos los tiempos. No obstante, no hace mucho pudo hacer realidad su aspiración de sentirse bailarina gracias a un conocidísimo programa de televisión. Os recomendamos que pinchéis en el siguiente enlace. Merece la pena:
http://www.oprah.com/oprahshow/naomi-campbell-is-ballerina-for-a-day-video
Todos ellos, y muchos más, han trabajado duro para conseguir el éxito. El ballet les ha acompañado como parte de ese esfuerzo y como causa de su recompensa, y han sabido aprovechar las grandes ventajas que la danza ofrece a los que se acercan a ella.
Studio de Danza Coppelia, octubre de 2016.
“El ballet es un arte, pero también es uno de los deportes más difíciles. Si puedes sobrevivir a un entrenamiento de ballet, puedes sobrevivir a un entrenamiento de cualquier deporte”.
Jean Claude Van Damme.