Superarse a diario. La historia de la auténtica ‘Ballerina’
Hemos visto ‘Ballerina’. Como muchísimos cuentos con estructura clásica, la película nos conduce a través de una historia de superación que toma a un personaje sin oportunidades que, sin embargo, acabará alcanzando un éxito que no le estaba reservado. Se trata de una historia que no por haber sido contada cientos de veces nos deja de parecer vigente y convincente si viene rodeada de elementos nuevos y frescos como el escenario, la música o personajes que transmitan autenticidad. ‘Ballerina‘ reúne estas virtudes y, además, es divertida.
En Studio de Danza Coppelia aplaudimos todas las iniciativas que den visibilidad a nuestra disciplina. Nunca nos cansaremos de repetir que la danza es una inmejorable compañera para la vida, y es algo que apreciamos tanto en nuestras antiguas alumnas como en el resto de bailarines que durante toda nuestra andadura profesional hemos tenido el placer de conocer. El ballet va siempre con ellos. Les hizo interiorizar valores y sensaciones que aplican a diario. Aprendieron la importancia del esfuerzo y la dedicación para alcanzar sus objetivos, y lo hicieron mientras sus mentes se volvían imaginativas, musicales, disciplinadas y concentradas en tanto que sus cuerpos se desarrollaban saludablemente.
En nuestra escuela creemos y enseñamos que, en la vida real, las historias de superación se suceden a diario en cada niña, en cada alumno. No existe, como en las películas, una gran prueba final precedida de un resumen musical extra motivador. Existen las recompensas al trabajo diario, los avances imperceptibles, las pequeñas metas a las que siguen nuevas pequeñas metas, los inevitables tropiezos, el aprendizaje de la paciencia, el tiempo aprovechado, la virtud de la constancia y el desarrollo de la voluntad. Aplicando nuestra experiencia docente hemos visto, año tras año, la historia muchas veces repetida de la auténtica ‘Ballerina’.
En Studio de Danza Coppelia estamos convencidos de que el éxito está en el trabajo en sí, en la satisfacción de haber dado lo mejor de uno mismo, en conseguir la concentración necesaria para detener el tiempo mientras se avanza hacia el siguiente paso. Ponemos todo nuestro empeño en formar bailarinas para el escenario, sí, pero sobre todo y en primer lugar, para la vida.
Studio de Danza Coppelia, febrero de 2017